Preparación:
Sacar la piel del pollo, cortar en pedazos, lavarlo bien, y cubrir cada pedazo con pimentón rojo. Una vez que todo el pollo está cubierto, colocarlo en una olla grande que tenga tapa y freírlo con poco aceite hasta que esté dorado. Cuando el pollo está listo, ponerlo en un plato.
En la misma olla donde se doró el pollo volver a poner unos cuantos pedazos de pollo hasta cubrir la olla, sobre éste agregar aros de cebolla, cubrirlo todo con la cebolla, luego agregar zanahorias, cubrir con las cebollas, cubrir con hongos las cebollas y poner unos cuantos dientes de ajos sobre los hongos. Agregar sal, pimienta en grano y orégano. Poner otra capa de piezas de pollo y repetir lo anterior hasta que se terminen de colocar todos los ingredientes. Agregar las tazas de agua, la taza de aceite y las de vinagre. Colocar la tapa a la olla y cocinar a fuego muy bajo durante una hora y media o hasta que el pollo se deshaga cuando se toca con un tenedor (tiene que quedar tan blandito que se rompe en tiritas).
Dejar enfriar y colocar en la heladera hasta el día siguiente para que todos los sabores se incorporen.
Se puede tener en la heladera hasta una semana. Se puede comer frío o caliente, lo ideal es comerlo frío.
Sacar la piel del pollo, cortar en pedazos, lavarlo bien, y cubrir cada pedazo con pimentón rojo. Una vez que todo el pollo está cubierto, colocarlo en una olla grande que tenga tapa y freírlo con poco aceite hasta que esté dorado. Cuando el pollo está listo, ponerlo en un plato.
En la misma olla donde se doró el pollo volver a poner unos cuantos pedazos de pollo hasta cubrir la olla, sobre éste agregar aros de cebolla, cubrirlo todo con la cebolla, luego agregar zanahorias, cubrir con las cebollas, cubrir con hongos las cebollas y poner unos cuantos dientes de ajos sobre los hongos. Agregar sal, pimienta en grano y orégano. Poner otra capa de piezas de pollo y repetir lo anterior hasta que se terminen de colocar todos los ingredientes. Agregar las tazas de agua, la taza de aceite y las de vinagre. Colocar la tapa a la olla y cocinar a fuego muy bajo durante una hora y media o hasta que el pollo se deshaga cuando se toca con un tenedor (tiene que quedar tan blandito que se rompe en tiritas).
Dejar enfriar y colocar en la heladera hasta el día siguiente para que todos los sabores se incorporen.
Se puede tener en la heladera hasta una semana. Se puede comer frío o caliente, lo ideal es comerlo frío.