El Arte culinario ha progresado mucho a traves del tiempo. Cocinar no sólo significa reunir ingredientes y hacer una comida. El talento de crear una obra maestra en la cocina es también un legado para las futuras generaciones que llevan el implante del amor familiar y aún estamos presentes quienes recibimos este arte de manos de nuestras abuelas.
Lamentablemente a través del tiempo también hemos creado una sociedad consumista y con ello este arte prehistórico poco a poco va desapareciendo, creando espacio para las comidas rápidas (fast food) ,las congeladas y las que nos traen a la casa en media hora o menos.
También se ha distorsionado el motivo por el cual comemos. A la mujer se la proyecta como una sílfides que sólo es hueso y piel para beneplacito del hombre y al hombre como ese ser musculoso parecido a superman que tiene la necesidad y obligación de salvar a la débil mujer de monstrous invisibles.
A través de la propaganda, hoy en día vemos a la mujer contando las calorías, haciendo dietas yo yo que sólo la llevan a dar mensajes mezclados a su cuerpo sin lograr ningún objetivo más que el invento de nuevas enfermedades, especialmente mentales, con una mezcla de ansiedades y depresiones por no lograr ser como la sociedad quiere que ella sea. Su autoestima está altamente comprometida con como ella se ve en el espejo y cómo cree que tiene que verse.
Las tapas de las revistas muestran modelos fámelicas y los negocios sólo ofrecen ropa apropiada para nuestras hijas preadolescentes con la expectativa de que quepamos en ellas, que nos urge a comprar una balanza, aplicar la dieta de moda de las famosas y todo tipo de artefactos que cuenten calorías, nos hagan sudar de cabo a rabo y tomar toneladas de agua que sólo entra por un lado y sale por el otro!
Y esto no sólo lo hacen las mujeres sino los hombres también! Hoy en día la profesión que más dinero da es la del cirujano que carga con el tremendo peso de modificarnos al punto de que cuando nos miramos al espejo vemos a un o una desconocida, pero eso sí, tienen sus bolsillos cargados de un dinero que ni siquiera pueden utilizar porque sus agendas están completas con gente que paga para recobrar su autoestima perdida o quizás para no perder o ganar a ese hombre o mujer cuyo cerebro está obnubilado por la irrealidad y que se ha olvidado completamente de que una persona no es su físico sino el corazón y el alma que llevan adentro.
Nos hemos olvidado que los cuadros famosos de antaño mostraban al ser humano como es en realidad. Mujeres con una infinidad de curvas que hasta el más erudito en el tema se perdía en ellas!
Nos hemos olvidado del amor que se ponía en la comida y de la familia reunida saboreando ese plato que con tanta dedicación había sido preparado especialmente para nosotros, incitándonos a compartir un tiempo precioso en familia, oportunidad única, donde nuestros padres arreglaban el mundo, nuestras madres comentaban el último corte de carne de su carnicero predilecto o sus andanzas con el verdulero que cada día les daba una yapa más pequeña!
Hoy en día, a través de las redes sociales, television, etc recibimos una cantidad infinita de mensajes cruzados!
Hay quienes nos dicen que somos asesinos matando a los pobres animalitos para alimentarnos, que al fin y al cabo sólo nos enferma más, entonces nos volvemos vegetarianos. Luego vemos ese mensaje de “green” que hay que proteger a las plantas y nos preguntamos, que catso vamos a comer ahora? Pero entonces ahi vemos una foto de la fámelica de moda, reina total de la belleza y decidimos que es mejor no comer nada y sólo tomar agua cien veces al día! Y esto mismo va para el hombre que ahora el que está de moda se llama “six pack” y pues lo decimos en inglés porque al parecer suena más “chick” que en español!
Desde chica me tacharon de rebelde! Comenzó en mi casa con mis padres que soñaban con una muñequita delicada y almidonada, y para pesar de ellos se encontraron con una hija que amaba subirse a los árboles y jugar fútbol con los varones!
Siguió en la escuela con los maestros que pretendían que yo estudiara cosas sin sentido, que obedeciera reglas absurdas y que me sentara en un banco por horas conteniendo mi respiración! Me llamaban la “no estudie” y con razón! Yo sentía que no había nacido para ser payaso de la clase y mi cerebro lo guardaba para retener cosas que en su momento me parecían más importantes, así que tomaba el camino más fácil aunque pudiera dar cátedra al maestro/a sobre la lección del día pasando al frente y me dedicaba al deporte que más me fascinaba que era el poder observar el mundo que me rodeaba.
Cuando llegaba el tiempo de ir a presentar las materias a diciembre o a marzo, era ahí donde los maestros podían apreciar mi potencial y muchos se rascaban la cabeza pensando por obra de que magia negra o blanca había logrado aprender tanto en tan poco tiempo y muchos se habrán preguntado dónde escondía al culpable que me dictaba lo que tenía que decir!
Y así seguí mi camino, rebelándome en silencio ante lo preestablecido, porque eso sí, no soy de las personas que salen a la calle con pancartas a gritar que el mundo está patas para arriba. Vivo mi vida a mi manera, soy como soy como dice la canción y el resto no tiene importancia. Creo que tenemos el lujo de tener esta vida que Dios nos dió para aprovecharla al máximo y mi único objetivo es romper cadenas que puedan quitarme la libertad de “ser”.
Y con este “libro de recetas”, yendo en contra de la corriente, quiero animarlos a que ustedes también rompan las cadenas que los atan al espejo de la irrealidad. Que se miren en él apreciando lo que son por lo que son y no por cómo se ven. Y con esto no digo que ataquen la heladera y luego tengan que romper la puerta para poder salir de casa! Sino que digo que empiecen a cuidar su salud, a comer variado y de todo un poco. Que traigan a sus vidas las recetas de las abuelas, los almuerzos o cenas en familia. Que nuestros hijos y nietos reciban el legado de nuestros platos hechos con amor y dedicación, y que quede en ellos el recuerdo de “lo que hacía mi mamá o mi abuela o quizás mi papá o mi abuelo” para que a su vez también lo transmitan a sus hijos y nietos.
Y para los que ya se olvidaron, espero que la compilación que hice desde que fui adolescente copiando e imitando a los grandes cocineros de mi familia les sirva para iniciar un nuevo camino de tradición familiar.
Lamentablemente a través del tiempo también hemos creado una sociedad consumista y con ello este arte prehistórico poco a poco va desapareciendo, creando espacio para las comidas rápidas (fast food) ,las congeladas y las que nos traen a la casa en media hora o menos.
También se ha distorsionado el motivo por el cual comemos. A la mujer se la proyecta como una sílfides que sólo es hueso y piel para beneplacito del hombre y al hombre como ese ser musculoso parecido a superman que tiene la necesidad y obligación de salvar a la débil mujer de monstrous invisibles.
A través de la propaganda, hoy en día vemos a la mujer contando las calorías, haciendo dietas yo yo que sólo la llevan a dar mensajes mezclados a su cuerpo sin lograr ningún objetivo más que el invento de nuevas enfermedades, especialmente mentales, con una mezcla de ansiedades y depresiones por no lograr ser como la sociedad quiere que ella sea. Su autoestima está altamente comprometida con como ella se ve en el espejo y cómo cree que tiene que verse.
Las tapas de las revistas muestran modelos fámelicas y los negocios sólo ofrecen ropa apropiada para nuestras hijas preadolescentes con la expectativa de que quepamos en ellas, que nos urge a comprar una balanza, aplicar la dieta de moda de las famosas y todo tipo de artefactos que cuenten calorías, nos hagan sudar de cabo a rabo y tomar toneladas de agua que sólo entra por un lado y sale por el otro!
Y esto no sólo lo hacen las mujeres sino los hombres también! Hoy en día la profesión que más dinero da es la del cirujano que carga con el tremendo peso de modificarnos al punto de que cuando nos miramos al espejo vemos a un o una desconocida, pero eso sí, tienen sus bolsillos cargados de un dinero que ni siquiera pueden utilizar porque sus agendas están completas con gente que paga para recobrar su autoestima perdida o quizás para no perder o ganar a ese hombre o mujer cuyo cerebro está obnubilado por la irrealidad y que se ha olvidado completamente de que una persona no es su físico sino el corazón y el alma que llevan adentro.
Nos hemos olvidado que los cuadros famosos de antaño mostraban al ser humano como es en realidad. Mujeres con una infinidad de curvas que hasta el más erudito en el tema se perdía en ellas!
Nos hemos olvidado del amor que se ponía en la comida y de la familia reunida saboreando ese plato que con tanta dedicación había sido preparado especialmente para nosotros, incitándonos a compartir un tiempo precioso en familia, oportunidad única, donde nuestros padres arreglaban el mundo, nuestras madres comentaban el último corte de carne de su carnicero predilecto o sus andanzas con el verdulero que cada día les daba una yapa más pequeña!
Hoy en día, a través de las redes sociales, television, etc recibimos una cantidad infinita de mensajes cruzados!
Hay quienes nos dicen que somos asesinos matando a los pobres animalitos para alimentarnos, que al fin y al cabo sólo nos enferma más, entonces nos volvemos vegetarianos. Luego vemos ese mensaje de “green” que hay que proteger a las plantas y nos preguntamos, que catso vamos a comer ahora? Pero entonces ahi vemos una foto de la fámelica de moda, reina total de la belleza y decidimos que es mejor no comer nada y sólo tomar agua cien veces al día! Y esto mismo va para el hombre que ahora el que está de moda se llama “six pack” y pues lo decimos en inglés porque al parecer suena más “chick” que en español!
Desde chica me tacharon de rebelde! Comenzó en mi casa con mis padres que soñaban con una muñequita delicada y almidonada, y para pesar de ellos se encontraron con una hija que amaba subirse a los árboles y jugar fútbol con los varones!
Siguió en la escuela con los maestros que pretendían que yo estudiara cosas sin sentido, que obedeciera reglas absurdas y que me sentara en un banco por horas conteniendo mi respiración! Me llamaban la “no estudie” y con razón! Yo sentía que no había nacido para ser payaso de la clase y mi cerebro lo guardaba para retener cosas que en su momento me parecían más importantes, así que tomaba el camino más fácil aunque pudiera dar cátedra al maestro/a sobre la lección del día pasando al frente y me dedicaba al deporte que más me fascinaba que era el poder observar el mundo que me rodeaba.
Cuando llegaba el tiempo de ir a presentar las materias a diciembre o a marzo, era ahí donde los maestros podían apreciar mi potencial y muchos se rascaban la cabeza pensando por obra de que magia negra o blanca había logrado aprender tanto en tan poco tiempo y muchos se habrán preguntado dónde escondía al culpable que me dictaba lo que tenía que decir!
Y así seguí mi camino, rebelándome en silencio ante lo preestablecido, porque eso sí, no soy de las personas que salen a la calle con pancartas a gritar que el mundo está patas para arriba. Vivo mi vida a mi manera, soy como soy como dice la canción y el resto no tiene importancia. Creo que tenemos el lujo de tener esta vida que Dios nos dió para aprovecharla al máximo y mi único objetivo es romper cadenas que puedan quitarme la libertad de “ser”.
Y con este “libro de recetas”, yendo en contra de la corriente, quiero animarlos a que ustedes también rompan las cadenas que los atan al espejo de la irrealidad. Que se miren en él apreciando lo que son por lo que son y no por cómo se ven. Y con esto no digo que ataquen la heladera y luego tengan que romper la puerta para poder salir de casa! Sino que digo que empiecen a cuidar su salud, a comer variado y de todo un poco. Que traigan a sus vidas las recetas de las abuelas, los almuerzos o cenas en familia. Que nuestros hijos y nietos reciban el legado de nuestros platos hechos con amor y dedicación, y que quede en ellos el recuerdo de “lo que hacía mi mamá o mi abuela o quizás mi papá o mi abuelo” para que a su vez también lo transmitan a sus hijos y nietos.
Y para los que ya se olvidaron, espero que la compilación que hice desde que fui adolescente copiando e imitando a los grandes cocineros de mi familia les sirva para iniciar un nuevo camino de tradición familiar.